Todo sobre diseño e instalación de fuentes ornamentales
Las fuentes secas están cada vez más presentes en los espacios públicos de las ciudades, llenándolos de atractivo y diversión. El concepto “fuente seca” puede parecer una contradicción: es difícil imaginar una fuente sin agua, a no ser que esté estropeada o abandonada. Aún a pesar de ello, existe un tipo de fuentes conocidas como “secas”. Estas fuentes no llevan estanque visto para recoger y almacenar el agua, ya que el depósito está situado bajo tierra. Los chorros emergen del agua contenida en este estanque subterráneo y se elevan directamente sobre el pavimento. Cuando las fuentes no están activas, el suelo permanece seco: de ahí su nombre. Si las fuentes secas permiten la interacción de los transeúntes reciben el nombre de fuentes secas interactivas. Leer Más
Las fuentes secas se encuentran sobre todo en espacios de exterior, siendo en su mayoría creadas por iniciativa pública. Las podemos ver en plazas, parques y zonas comunes de las ciudades, donde refrescan el ambiente y fomentan el juego y la participación. La resistencia del pavimento en el que se instalan debe estar calculada para soportar el paso de las personas e incluso de los vehículos (por ejemplo, para el acceso de ambulancias o servicios públicos). Por otra parte, el contacto constante entre las personas y el agua hace que en las fuentes secas la calidad del agua sea especialmente importante. Por esta razón, es imprescindible que incluyan un sistema específico para su tratamiento.
Las fuentes secas funcionan con el agua que se almacena y discurre bajo el pavimento. El sistema de circulación y alimentación puede ser de distintos tipos:
Hay fuentes secas que están diseñadas para permitir la interacción de los transeúntes con los juegos de agua, y si se da el caso, los efectos luminosos y sonoros. En estos casos reciben el nombre de fuentes secas interactivas. Son instalaciones lúdicas que aumentan las posibilidades de los espacios públicos, fomentando la diversión y la comunicación de las personas con el entorno. El diseño y la concepción de estas fuentes son similares a los de las fuentes secas, pero además en ellas se incluyen dispositivos que permiten a las personas controlar las distintas posibilidades.
Por ejemplo, una fuente seca interactiva puede incorporar una plataforma con pisadores de caucho. Cada pisador está provisto de un sensor que controla las funciones. Presionando los pisadores, el usuario podrá añadir o quitar luz, cambiar el color del agua o controlar la altura de los chorros, entre otras opciones. Otra posibilidad es instalar pulsadores manuales en un pedestal o consola a media altura. El sensor incluido en el pulsador o pisador enviará la señal al cuadro eléctrico de la fuente interactiva, que la interpretará y pondrá en marcha la función correspondiente.
El cuadro eléctrico se puede ubicar en distintos emplazamientos: si la fuente cuenta con sala técnica, se encontrará allí junto con los equipos de filtrado y la bomba. En caso contrario existe la posibilidad de situarlo a la intemperie, disimulado por setos o elementos naturales (plantas, arbustos, rocas, etc.).
Las fuentes secas interactivas se prestan muy especialmente a la inclusión de música. Las composiciones musicales grabadas se emiten desde unos altavoces situados en la periferia de la fuente, normalmente anclados a elementos ya existentes (farolas, postes…) También se pueden colocar en postes instalados ex profeso, siempre a una altura de entre 3,5-4 m. A través de los sistemas de pulsadores o pisadores, las fuentes interactivas musicales permiten a los usuarios jugar con la sincronización entre los distintos elementos.
Agua, música y luz: son tres elementos de gran belleza, perfectos para vestir los espacios públicos de las ciudades. La diversión, el atractivo y la originalidad están garantizados gracias a las muchas posibilidades que ofrecen las fuentes secas y las fuentes interactivas.